ETA, BANDA TERRRORISTA Y GENOCIDA 


El día 17 de marzo del año 2015, el Parlamento de Navarra se convirtió en la primera institución en considerar los crímenes de la banda terrorista ETA y la izquierda abertzale como genocidio. Esta Cámara legislativa emitió una declaración estableciendo que “el Parlamento de Navarra reconoce y condena la limpieza nacional, los crímenes contra la humanidad y los actos de genocidio cometidos por la izquierda abertzale y su brazo armado, ETA”. 

Sin embargo, la Audiencia Nacional rechazó ese mismo año 2015 imputar a ETA por genocidio, y solo contemplar investigar por delitos de lesa humanidad, abriendo el debate sobre si se pueden o no considerar a estos delitos como genocidio.

Entonces, la pregunta que cabe hacerse es si se puede considerar los delitos cometidos por ETA y la izquierda abertzale como genocidio, viendo así si la actuación de una banda terrorista y la de buena parte de la sociedad vasca de la época, pueden considerarse genocidio.

Lo primero que hay que entender es que no hay que juzgar únicamente a ETA, sino también a la izquierda abertzale, cuya actuación fue clave para permitir que la banda terrorista se mantuviese en el tiempo; y hay que entender que, en ese momento, ambos eran inseparables, pudiendo considerar a ETA como el brazo armado de la izquierda abertzale. Hay que tener en cuenta que, en los años 80, en plenos años del plomo, el 50% de la sociedad vasca apoyaba la actuación de la banda terrorista, según datos del Ministerio del Interior. Esto quiere decir que la ideología etnocentrista y asesina, no solo estaba legitimada por parte de la sociedad, sino que además estaba impregnada e integrada en esta. Muestra de ello eran los importantes resultados electorales de Herri Batasuna (HB), brazo político de ETA, a la que también hay que tener en cuenta, pues intentaba llevar la ideología abertzale a las instituciones, siempre defendiendo los actos de la banda terrorista, lo que llevó a su ilegalización en el año 2003.

El siguiente paso es definir qué es un genocidio. La Convención para la Prevención y la Sanción de Delito de Genocidio que aprobaron las Naciones Unidas en el año 1948, establece que el genocidio es un acto cometido con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico o religioso; a través de actos, tales como la matanza de miembros del grupo, el sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que haya de acarrear su destrucción, mediadas para impedir nacimientos, o provocar la marginación de miembros de un grupo o el traslado a otros lugares de estos. Entonces, ¿se pueden aplicar establecer que ETA realizó estos actos? 

La Audiencia Nacional justificaba su decisión de no considerar estos crímenes como genocidio, apelando a que “no es posible identificar el grupo formado por las víctimas de los hechos perpetrados por ETA como grupo nacional” y que “los diferentes colectivos de víctimas de ETA no pueden ser considerados como grupo nacional o como parte de un grupo nacional, pues en el País Vasco, víctimas y victimarios comparten la misma identidad nacional y tan españoles son unos como otros”. 

Sin embargo, esto podría interpretarse de otra forma. Primero, y respecto a que víctimas y verdugos comparten identidad nacional, y tan españoles son unos como otros, me parece un argumento vago. Si bien ambos, evidentemente, son españoles, hay que tener en cuenta que parte de la población vasca no se sentía española. Además, si siguiésemos este argumento de la Audiencia Nacional, no se podría considerar genocidio la masacre de los Hutus sobre los Tutsis en 1994, porque comparten la misma identidad nacional, y tan ruandeses son los unos, como los otros. 

Después, y con respecto a considerar a las víctimas de ETA como grupo nacional, también ceo que se equivoca la Audiencia Nacional. Si bien podría parecer que los crímenes de ETA fuesen políticos, ya que, o se intentaba presionar a las instituciones del Estado para que se reconociese la independencia del País Vasco, o sus objetivos solían ser policías o políticos de UPN, PP, o PSOE; realmente ETA no realizó crímenes políticos, ya que un crimen político es la discriminación o asesinato de una persona por el simple hecho de pensar diferente, como hizo el franquismo. Evidentemente, entre los crímenes del franquismo y los de ETA hay mucha diferencia, puesto que en el franquismo no se tenía en cuenta la cultura o etnia de una persona para atacarla, sino que se tenía en cuenta la ideología de la propia persona. Sin embargo, ETA hizo, o intentó, una verdadera limpieza nacional, es decir, buscaba acabar con todo lo español, a los que llamaban “anti vascos”. No obstante, es verdad que surgió como una banda cuya acción era política, pues su objetivo en un principio era acabar con el franquismo, pero, entrada ya la democracia, este objetivo pasa a eliminar todo lo español, independientemente si era franquista o no. Si bien muchos de los asesinatos y objetivos de ETA eran políticos, estos no se producían porque fuesen adversarios ideológicamente hablando, sino porque la ideología que representaban era considerada “anti vasca”, por lo que tenían que ser eliminados, porque eran “españolistas” y enemigos de la patria vasca. ETA cometió, según el Ministerio del Interior, 854 asesinatos. De estos asesinatos, la mayoría eran motivados por este hecho, contando con el beneplácito de la izquierda abertzale. Además, buena parte de los atentados se cometían también hacia los propios vascos, que sobre todo eran asesinados por no financiar a la banda terrorista y, por tanto, se justificaba ese asesinato porque a estos vascos también se les calificaba como enemigos de la patria vasca.

A esto hay que añadir la persecución de todo lo que fuese español (o incluso francés). De este modo, si una persona procedía de otras zonas de España, era visto como el diferente y mal. Esto viene ya de la ideología racista de Sabino Arana, padre del nacionalismo vasco, quien despreciaba todo lo español e incluso, en sus tesis, exponía que la raza española había contaminado a la raza vasca, puesto que se habían mezclado (“vosotros, sin pizca de dignidad y sin respeto a vuestros padres, habéis mezclado vuestra sangre con la española o maketa, os habéis hermandado o confundido con la raza más vil y despreciable de Europa). La ideología de ETA y la izquierda abertzale bebía de estas fuentes ideológicas. 

Además, cabe destacar la cantidad de gente que tuvo que huir del País Vasco y Navarra, y exiliarse en otras partes de España. Esto era por miedo a ser señalado, asesinado, discriminado o insultado por sus propios vecinos. De esta forma, ETA emitía comunicados o amenazaba a personas para que se fuesen del País Vasco o, si no, serían eliminados por el hecho de ser españoles o de sentirse como tales y, por tanto, enemigo de la patria vasca. Así sucedió con Gregorio Ordóñez, quien fuese concejal del Partido Popular en el ayuntamiento de San Sebastián, que fue instado a abandonar el País Vasco o, si no, ser asesinado; eligiendo la defensa de su libertad y mantenerse en su tierra, lo que le llevó a su asesinato.

Las personas que salieron del País Vasco fueron realmente numerosas. Según la fundación Dignidad y Justicia, se calcula que entre 60.000 y 200.000 personas tuvieron que huir del País Vasco por la acción de ETA, lo que supone que un 10% de la población vasca tuviese que huir. Estos datos son demoledores, ya que, si en una sociedad tienen que salir al exilio un 10% de sus miembros por motivos étnicos, es que realmente se está llevando a cabo una verdadera limpieza étnica en ese lugar. Con esto, el mensaje de ETA era claro, o se iban, o los mataban, o eran acosados. Esto es solo un ejemplo más de la segregación étnica que existía en el País Vasco. 

Es evidente que, con todo lo dicho, ETA llevó a cabo un genocidio, pues llevó a cabo una limpieza étnica sin precedentes en España. Si bien no tiene las magnitudes del genocidio nazi, son comparables en muchos aspectos: el que no estaba a favor era el enemigo de la patria y, por tanto, había que acabar con él; el acoso y señalamiento; la persecución de una cultura o una etnia a la que se odia; tesis de superioridad y racismo; la eliminación de miembros de un grupo étnico o nacional, etc. 

Hoy, más que nunca, es necesario que se establezcan estos crímenes de ETA y la izquierda abertzale como lo que son, un genocidio. Esto se debe hacer, aunque la actividad de ETA haya acabado, por memoria histórica, pues la memoria histórica o es de todo o no es; porque es necesario analizar la repercusión de la banda terrorista en el País Vasco, pues afecta a demografía, a ideas o a la forma de vida de las personas en la actualidad; porque la izquierda abertzale sigue existiendo; porque aún hay 379 asesinatos de la banda terrorista sin esclarecer, y si se tipifican como delitos de genocidio, estos no prescribirán, haciéndose justicia para los familiares de las víctimas; y, por último, y lo más importante, porque es de justicia y digno que a las víctimas se les reconozca lo que son, víctimas de un genocidio, y, que a los verdugos, se les califique como lo que son, genocidas.


Álvaro Picazo